VOCES DEL OVE. ¿Guerra sucia?

Con este artículo cerramos el posicionamiento del Observatorio respecto del ACUERDO secretarial número 535, en el que se dan a conocer los Lineamientos generales para la operación de los Consejos Escolares de Participación Social.

Antes de entrar al tema, hacemos pública nuestra postura ante el llamado “audioescándalo”. Como actor social, reconocemos que las decisiones de las autoridades legalmente públicas son materia de escrutinio público, por ello deben rendirse cuentas del uso de los recursos y de las acciones ilegales en los que pudieran haber incurrido algún funcionario, sea del nivel que sea. Por ello no se puede justificar con la llamada “guerra sucia” hechos constitutivos de delito, es urgente, que tanto las autoridades electorales como las encargadas de sancionar a los servidores públicos tomen cartas en el asunto y den un posicionamiento legal y no sólo demagógico. Como observatorio de la Educación, estamos comprometidos con la formación de una opinión pública, por ello consideramos un compromiso ético difundir a través de nuestros medios, la información que se genere en el contexto electoral, de tal modo que la decisión que tome cada ciudadano lo haga con el mayor número de información, no favorecemos a ningún candidato, optamos por una sociedad civil informada.

Respecto de los Consejos escolares, alertamos finalmente de los peligros que se ciernen sobre las escuelas de educación básica, ya que el citado Acuerdo 535, crea instancias paralelas, no especializadas, a las cuales debe rendir cuentas, por ejemplo se dice “Adicionalmente, el Consejo Escolar tomará nota de los resultados de las evaluaciones que realicen las autoridades educativas, y exhortará al personal directivo y docente para que con base en los mismos se establezcan metas para mejorar los resultados en la siguiente evaluación, haciendo del conocimiento de las madres y padres de familia o tutores esta información”. El riesgo de concebir a la rendición pública de cuentas, como un mero ejercicio de “mejora de resultados” en evaluaciones, tipo ENLACE, por ejemplo, seguramente acentuará la distancia entre los actores de la comunidad escolar, ya que se olvida en esta retórica, que un factor importante de la mejora educativa es la mejora de las condiciones materiales, así como de los recursos. Funcionaría el círculo de mejora continua basada en la rendición de cuentas, si el Estado dotará a las escuelas de “condiciones básicas de trabajo” y sobre esas nuevas condiciones exigiera “calidad”, con la observación de actores especializados.

Otro problema se observa en el artículo 8º de dicho Acuerdo, en el que se puntualiza que el Consejo “sesionará para acordar la realización de eventos deportivos, recreativos, artísticos y culturales que promuevan la convivencia con las madres y padres de familia o tutores, con los alumnos del plantel educativo, así como de estos últimos con alumnos de otras escuelas en la zona escolar o en el municipio que corresponda”, planteamiento que desconoce la actual situación de las escuelas, las cuales están saturadas de programas de diversa naturaleza que impactan en el poco tiempo dedicado a las actividades escolares, cuestión que no se resuelve con la petición de “alinear pedagógicamente” todas estas “iniciativas”.

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Nos encontramos analizando las plataformas de cada partido en materia educativa.