A Saramago y Monsiváis
La reciente decisión de las autoridades educativas y de seguridad pública de Nuevo León de incorporar al Manual y protocolo de seguridad escolar además de medidas para prevenir accidentes y contingencias climatológicas, procedimientos para responder ante riesgos provocados por “Disturbio o Despliegue de Fuerzas de Seguridad”, coloca en la mesa de discusión los costos del llamado combate al crimen organizado.
Esta decisión, junto con el de otra entidad que decidió adelantar el fin del ciclo escolar, refleja el grado de descomposición social, producto de la estrategia gubernamental federal de combate al crimen organizado. Así, en un contexto donde el combate con el crimen organizado se desarrolla en las calles, las políticas de seguridad al interior de las escuelas apuntan hacia la protección más que hacia la prevención. Veamos las líneas de acción que sugieren las autoridades de Nuevo León y así como sociedad, tomar una postura respecto de si la respuesta es exagerada o bien se corresponde con la realidad nacional que estamos viviendo.
En el citado documento se reconoce como problema que “en algunas áreas de nuestro Estado, como lo son municipios fronterizos y zonas conflictivas en el área metropolitana, se han dado casos de enfrentamientos entre grupos armados que ponen en riesgo a las personas a su alrededor”. Se puntualiza que “Otro fenómeno social que se da es la psicosis colectiva que la comunidad escolar sufre por un rumor que se acrecenta…, teniendo como consecuencia ausentismo y un grave estrés en los niños y maestros. Cuando se presenta esta situación es frecuente que los padres de familia acudan a la escuela con la intención de llevarse a sus hijos, en ningún momento podemos prohibir esta acción, pero es labor del directivo conminar a los padres a analizar bien las fuentes primarias de información, para tomar la mejor decisión”. Se explicita que la misma acción de la autoridad de “combate a la delincuencia lleva consigo acciones de las fuerzas de seguridad de los tres órdenes de Gobierno, así como los del Ejército y Marina, éstas se presentan mediante despliegues de seguridad de varios elementos armados en la vía pública o en casas cerca de las escuelas, cuando en estos domicilios se está realizando alguna acción de búsqueda o aseguramiento; la presencia de personas armadas, aunque sean para la protección de nosotros mismos, infunden temor e intranquilidad, la labor como docentes es mantener la calma ante los niños y esperar instrucciones de los cuerpos de seguridad”.
En el protocolo se hacen algunas de las siguientes recomendaciones: “Percatándose de un disturbio o despliegue policíaco se prohibirá la salida de salones y áreas administrativas. En el caso de un despliegue de seguridad, si es posible y no se corre ningún riesgo, hacer contacto con el personal de seguridad y seguir las instrucciones de manera precisa. Si existe un disturbio fuera de la escuela, el mejor lugar para resguardarse es en el interior de los salones, por ningún motivo podemos evacuar cuando el incidente está sucediendo. Queda a criterio de los padres de familia la asistencia a clases al existir un disturbio en los perímetros medios de la escuela. Al escuchar detonaciones en el perímetro escolar, el maestro de inmediato ordenará asumir la posición de agazapado o pecho a tierra para todos los alumnos. En todo momento el maestro calmará a los alumnos para que no entren en pánico. En ningún momento se permitirá la salida del salón hasta el arribo de una autoridad o el directivo lo indique. Evitar que por la curiosidad de los niños se asomen a las ventanas. Si existen padres de familia, ingresarlos al área más cercana a los alumnos. Evitar contacto visual con los agresores. Evitar tomar video o fotografías (si la persona es vista haciendo esta acción puede provocar a los delincuentes)”.
Esta decisión, junto con el de otra entidad que decidió adelantar el fin del ciclo escolar, refleja el grado de descomposición social, producto de la estrategia gubernamental federal de combate al crimen organizado. Así, en un contexto donde el combate con el crimen organizado se desarrolla en las calles, las políticas de seguridad al interior de las escuelas apuntan hacia la protección más que hacia la prevención. Veamos las líneas de acción que sugieren las autoridades de Nuevo León y así como sociedad, tomar una postura respecto de si la respuesta es exagerada o bien se corresponde con la realidad nacional que estamos viviendo.
En el citado documento se reconoce como problema que “en algunas áreas de nuestro Estado, como lo son municipios fronterizos y zonas conflictivas en el área metropolitana, se han dado casos de enfrentamientos entre grupos armados que ponen en riesgo a las personas a su alrededor”. Se puntualiza que “Otro fenómeno social que se da es la psicosis colectiva que la comunidad escolar sufre por un rumor que se acrecenta…, teniendo como consecuencia ausentismo y un grave estrés en los niños y maestros. Cuando se presenta esta situación es frecuente que los padres de familia acudan a la escuela con la intención de llevarse a sus hijos, en ningún momento podemos prohibir esta acción, pero es labor del directivo conminar a los padres a analizar bien las fuentes primarias de información, para tomar la mejor decisión”. Se explicita que la misma acción de la autoridad de “combate a la delincuencia lleva consigo acciones de las fuerzas de seguridad de los tres órdenes de Gobierno, así como los del Ejército y Marina, éstas se presentan mediante despliegues de seguridad de varios elementos armados en la vía pública o en casas cerca de las escuelas, cuando en estos domicilios se está realizando alguna acción de búsqueda o aseguramiento; la presencia de personas armadas, aunque sean para la protección de nosotros mismos, infunden temor e intranquilidad, la labor como docentes es mantener la calma ante los niños y esperar instrucciones de los cuerpos de seguridad”.
En el protocolo se hacen algunas de las siguientes recomendaciones: “Percatándose de un disturbio o despliegue policíaco se prohibirá la salida de salones y áreas administrativas. En el caso de un despliegue de seguridad, si es posible y no se corre ningún riesgo, hacer contacto con el personal de seguridad y seguir las instrucciones de manera precisa. Si existe un disturbio fuera de la escuela, el mejor lugar para resguardarse es en el interior de los salones, por ningún motivo podemos evacuar cuando el incidente está sucediendo. Queda a criterio de los padres de familia la asistencia a clases al existir un disturbio en los perímetros medios de la escuela. Al escuchar detonaciones en el perímetro escolar, el maestro de inmediato ordenará asumir la posición de agazapado o pecho a tierra para todos los alumnos. En todo momento el maestro calmará a los alumnos para que no entren en pánico. En ningún momento se permitirá la salida del salón hasta el arribo de una autoridad o el directivo lo indique. Evitar que por la curiosidad de los niños se asomen a las ventanas. Si existen padres de familia, ingresarlos al área más cercana a los alumnos. Evitar contacto visual con los agresores. Evitar tomar video o fotografías (si la persona es vista haciendo esta acción puede provocar a los delincuentes)”.
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Agenda semanal del OVE
Nos encontramos analizando las plataformas de cada partido en materia educativa.
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1 comentario:
ES UNA BUENA MEDIDA QUE SE TOMA EN ESTOS CASOS ES BUENO TAMBIEN EDUCAR TANTO EN LA CASA COMO EN LA ESCUELA LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD DE TODO TIPO PERO EN ESTE CASO TAMBIEN PLATICARLES ALOS NIÑOS QUE CONCECUENCIAS TRAEN ESTOS ACONTECIMIENTOS PORQUE HAY NIÑOS MUY CURIOSOS QUE A VECES SON INCONTROLABLES Y POR LO QUE RESPECTA A LAS ESCUELAS NOSOTROS COMO PADRES DE FAMILIA SIEMMPRE HEMOS PEDIDO QUE LOS PORTONES SE CIERREN Y SE ABRAN EN EL HORARIO ESTABLECIDOS PARA QUE PERSONAS AJENAS AL PLANTEL NO PUEDAN INTRODUCIRSE A LA MISMA
Y COMO PADRES DE FAMILIA EN UN HECHO COMO ESTOS CREO QUE DEBEMOS GUARDAR CORDURA Y PARA ESO YA EXISTEN FORMAS DE COMUNICARNOS CON NUESTROS PROFESORES Y PREGUNTAR POR ESA VIA PARA NO HACER MAS GRANDES LAS COSAS. EL GOBIERNO TAMBIEN DEBE PROVEER DE GENTE ESPECIALIZADA CERCA DE LAS ESCUELAS. EN NUESTRO ESTADO DE VERACRUZ VIVIMOS EN PAZ AUN Y NO VEMOS ESTAS COSAS POR AQUI. POR ESO HAY QUE ESFORZANOS UN POCO MAS EN EDUCAR A NUESTROS HIJOS PARA QUE SEAN PERSONAS QUE NO COMETAN ACTOS DE ESTA INDOLE Y NOSOTROS COMO PADRES DE FAMILIA DARLES EL MEJOR EJEMPLO AYUDADO TAMBIEN DE NUESTROS PROFESORES YA QUE TAMBIEN CON ELLOS PASAN PARTE DE SU VIDA EN UN AULA ESCOLAR.HACE UNOS DIAS RECIBIMOS LAS PLATICAS DE LA ESCUELA DE PADRES Y EL PSICOLOGO NOS DIJO QUE NUESTROS HIJOS SON EL REFLEJO DE NOSOTROS MISMOS. ASI QUE EMPEZEMOS A TRABAJAR EN ESO. SALUDOS AFECTUOSOS
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