Oswualdo Antonio González[1]
El gobierno federal calculó mal la reacción del magisterio ante un ataque que se movió en dos frentes: el político que tenía como objetivo debilitar a una fuerza (el SNTE) que se había convertido en una estructura que ponía sus condiciones en contextos electorales, las cuales se traducían en candidaturas y recursos económicos y, el frente laboral, cuyo objetivo es aligerar la carga del gobierno en materia de prestaciones, salarios y pensiones de los maestros, si todo sale como los tecnócratas lo tienen planeado, se podrá llegar al punto de subcontratar el servicio docente vía empresas especializadas en el servicio educativo, no es necesario ser adivino, basta con echarle una mirada a los países donde estas reformas “estructurales” ya se están implementando.
Pero algo salió mal, el plan se implementó pero la consecuencia visible es que no se logró ninguno de los dos objetivos. En el plano político, se encarceló a Elba Esther Gordillo y se amenazó a la estructura nacional del SNTE, pero éste no pudo ni podrá contener las olas de inconformidades y encauzarlas para los fines que el gobierno se había imaginado. Los asesores, no analizaron a profundidad la variable maestro, se fueron con el espejismo de que eran agachados, miedosos y desinformados la realidad les ha golpeado el rostro y ahora han generado un grave problema de cara a las nuevas elecciones federales, cuyas acciones ya se están adelantando. Se cortó la cabeza, pero el cuerpo no murió, y no sólo no murió, sino que está mutando en múltiples cuerpos y cabezas, con un tiempo adecuado para construir una bandera con otros movimientos que ponga en jaque muchos cálculos políticos.
En el plano laboral, las cosas tampoco pintan bien, porque a diferencia de otros sexenios donde existían los recursos suficientes para apalancar cualquier decisión gubernamental, en esta ocasión los datos proporcionados por Luis Videgaray (Secretario de Hacienda), cuyas proyecciones a la baja parecen no terminar de encontrar fondo, hacen inviable fondear la Reforma Laboral en materia educativa. Aunque parezca exagerado el país se avecina a un problema grave de liquidez financiera, los indicadores internacionales parecen confirmarlo.
En este marco los retos del Movimiento Magisterial están claros, primero se deben clarificar los objetivos y las estrategias. En cuanto a los objetivos de la lucha Magisterial parece ya existir un consenso en el sentido de que son dos: la defensa de la educación pública y la recuperación de los derechos laborales que con esta Reforma desaparecen. Es común que en las luchas con grandes números de personas movilizadas se pierdan de vista los objetivos, lo que trae como consecuencia que se empiecen a “negociar” cuestiones que nada tienen que ver con las causas que originaron las movilizaciones.
En cuanto a las estrategias, es importante que antes de actuar las acciones sean imaginadas, dibujadas en escenarios de lo deseable, lo posible y lo factible. En la lucha social, la ingenuidad, el no prever la reacción de aquel contra quien se está enfrentando, no conocer los recursos con los que cuenta, no saber quiénes son sus aliados actuales, potenciales o históricos, no conocer el perfil de su equipo de asesores, no ubicar a los enemigos con los que cuenta; se paga muy caro y los costos van desde el desencantamiento de las personas movilizadas, quienes mejor optan por ya no moverse, hasta el aniquilamiento de liderazgos emergentes. Otro ángulo de las estrategias tiene que ver con conocernos a nosotros mismos, a las personas con las que se cuenta, sus perfiles y sus historias, sólo conociendo nuestro punto de partida y margen de potenciamiento es posible diseñar acciones con alto margen de éxito. Finalmente la estrategia también tiene que ver con los ejes de acción, los cuales se constituyen en medios para lograr el objetivo, por ejemplo, la democratización sindical es un medio, no el objetivo, no comprenderlo lleva irremediablemente al desgaste y al fracaso.
Los retos del Movimiento Magisterial parecen moverse en el plano de las estrategias. La próxima semana analizaremos en este espacio, las posibilidades de la incidencia magisterial en el plano de las políticas públicas en materia educativa, en el marco de una nueva legislatura encabezada por Juan Nicolás Callejas Arroyo.
[1] Maestro en Políticas Públicas Comparadas por la FLACSO-México. Integrante de la Unidad para la Incidencia Magisterial (UIM).
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